Conspirar


Pavoratti, es como Pavarotti en su porte teatral y en su volumen adiposo. Pero sólo hace sonar su voz en pasillos vacíos y oscuros, al amparo del eco propalador.
Conspirar, es el campo dónde un mediocre puede destacarse...
Todos los que conocen a Pavoratti saben que es un conspirador.
Y quienes no creen que conspira, no lo conocen... pueden hablar con él, invitarlo a comer, reírse de sus chistes idiotas, éso y más; incapaces de suponer a qué punto conspira y atenta. Parece actuar en pos del bienestar de quienes lo rodean; pero sólo busca el suyo propio.

Es como el cuco que nace en nido ajeno y sacrifica de varias formas a los auténticos polluelos. Pero ya lo dice la vieja canción:

"qué venga el cuco, qué venga el cuco,
tralalá,
qué venga el cuco y no me importa,
yo tengo listo mi trabuco,
tralalá
tralalín"
Pavoratti